BLACK ALIEN

Siguiendo a Roland Barthes, el mito  establece un sistema de comunicación, un mensaje. La creación de un mito supone hacer pasar lo real al estado de habla, un habla que no tiene por qué ser oral, pudiendo  estar formada de escrituras y representaciones.Todo puede servir de soporte para el habla mítica. Es así como la música puede vehicular la constitución de un mito.

La música de Drexciya nos permite sumergirnos bajo el oscuro océano de una distopía acuática. El dúo de Detroit revelaría en su álbum The Quest que el nombre Drexciya hace referencia a lo acontecido durante el mayor Holocausto que el mundo ha conocido. Los Drexciyans son una especie mutante marina descendiente de esclavas africanas embarazadas que, forzadas a surcar el océano, fueron arrojadas por la borda durante el parto.  Estos seres habrían logrado respirar bajo el agua al haber desarrollado su vida en una atmósfera acuática, el útero de sus madres. 

Drexciya utiliza la electrónica para reproducir la abducción alienígena que supuso la esclavitud y el  sufrimiento del middle passage (travesía atlántica realizada por los navíos negreros), un espacio   intermedio de indiferenciación identitaria. El barco que surca el Atlántico es, en este caso, un artefacto de despolitización y deshumanización que consagrará la travesía atlántica como un rito de paso para el nuevo no-humano, el no-hombre, el no-nato del Nuevo Mundo. La obra conceptual de Drexciya nos permite derivar por ese limbo de mutaciones acuáticas y establecer su ligazón con los procesos de migración de la Globalización colonial.

Podemos entender esta mutación como una representación del proceso mediante el cual los africanos fueron forzados a alienarse, al ser desplazados espacial y políticamente.  Pero, ¿es que los Drexciyans han logrado adaptarse al universo terrestre y se encuentran entre nosotros?  El habla mítica que deriva de este acuófono nos permite preguntarnos acerca de la naturaleza alíen del Occidente y de la Nación, sobretodo tras la incorporación de los africanos como ciudadanos a los EEUU u otros países del imaginado Occidente. En sucesivos episodios exploraremos las entrañas de este  Atlántico Negro.

Por el momento diremos, junto a Kwdwo Eshun, que las fronteras entre realidad social y ciencia ficción, la ficción social y la realidad científica, son una ilusión óptica, como Donna Haraway ha argumentado. Ellos han estado aquí todo el tiempo y ellos son tú. Tú eres el alien que estás buscando.